Tesoros historicos, centros de cultura universal en Antigua

La experiencia de un recorrido por cuatro bibliotecas 

Para quien escribe este texto, la celebración del Día Internacional del Libro 2025 fue algo especial. Por un lado, la grata experiencia de ser parte de un grupo de 20 personas, hombres y mujeres, de distintas edades, en un recorrido por cuatro de las principales bibliotecas que funcionan en Antigua Guatemala, ciudad patrimonio cultural del Organismo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 1979).

El otro motivo para sentirme feliz fue la presentación de la segunda edición de mi obra “Mujeres, la desigualdad en número”, en un conversatorio virtual realizado el 24 de abril, donde conté con valiosos comentarios de dos mujeres académicas, en posiciones de relevancia en la academia, como Sabrina Monroy Lemus, Coordinadora Académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar sede Antigua, y Ana Silvia Monzó, Coordinadora del Área de Género de la Facultad de Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Guatemala).

Para quienes deseen saber más de esta actividad, aquí les comparto el LINK. https://www.ciudadaniactiva.com/2025/05/datos-aportan-valor-para-renovar-luchas.html

El recorrido se llevó a cabo el 21 de abril y abarcó las bibliotecas del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala (Cnpag), Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), Banco de Guatemala y Centro de Formación de la Cooperación Española (Cfce).

Yo conozco esas bibliotecas, unas más que otras. Las he visitado, buscando datos, información y referencias para mis investigaciones, tanto históricas como políticas. No obstante, me resultó inquietante participar en el recorrido. La invitación para participar requería que el interesado se inscribiera por medio de un formulario en línea, hasta completar 20 personas. De mis apuntes, comparto lo que recuerdo.

Primera Estación

El recorrido comenzó en la biblioteca del Centro de Formación de la Cooperación española -Cfce-situada en el antiguo edificio de la Orden de la Compañía de Jesús, más conocida como la Orden Jesuita. Esta biblioteca se fundó en 1999, cuenta con tres fondos bibliográficos: el fondo Böckler con más de 14 mil títulos, facilitados por Carlos Guzmán Böckler; el fondo Taracena, una donación de Arturo Taracena Arriola, con casi ocho mil obras, especialmente sobre historia nacional y de Centro América, el fondo General con más de 20 mil ejemplares, en particular sobre temas de cooperación al desarrollo y ciencias sociales.

Además, cuenta con una sección de referencia y salas para videoconferencia y para atender actividades con niños. También dispone de un proyecto llamado Bibliobus, que atiende a estudiantes de escuelas primarias de la ciudad.

Funciona en horario de 9 a 17 horas, de lunes a viernes. Los usuarios acreditados tienen acceso a obtener en calidad de préstamo hasta dos libros durante 15 días, y en sus instalaciones también gozan de acceso a servicios de internet. La estuvo a cargo de Cristina Vásquez, Promotora Literaria de dicha institución, quien, además, acompañó al grupo en todo el recorrido.

La segunda estación

Ésta se llevó a cabo en la Biblioteca del Banco de Guatemala, la cual cuenta a ahora con una sala dedicada a la colección de archivos municipales, los cuales, provienen de la clausurada biblioteca municipal Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, que, por muchos años funcionó a un costado de la Catedral antigüeña, en la parte norte sobre la cuarta avenida.

Esta biblioteca presta libros durante dos semanas, llenando requisitos, como fotocopia del DPI y recibo de energía eléctrica, entre otros.

Además del servicio de biblioteca, el espacio se utiliza los miércoles de 15 a 16 horas, para talleres de lectura. Una de las dos anfitrionas, Alejandra Zea, destacó la importancia de acercar la lectura a la niñez, de manera amena y pertinente, habiendo contado una experiencia con aquel juego que casi todos jugamos de “patojos”, el juego de escondidas. Previamente, generó motivación y expectativa entre los asistentes, cuando nos entregó a cada uno un cacahuate, más conocido en Guatemala por el nombre manía, para ilustrar ese entretenimiento infantil.

Tercera estación

La biblioteca del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma) fue la tercera estación, donde el director de la misma nos contó que ésta fue fundada en 1978 por el historiador Christopher H. Lutz y el arqueólogo William R. Swezey. La institución se ha convertido en referente en los ámbitos educativo, científico, académico y cultural.

Cuenta con unos 100 mil títulos especializados en ciencias sociales. Dentro de su extenso y valioso acervo tiene un fondo antiguo, con libros del siglo XVI, los cuales no están accesibles de inmediato al público, pero si es posible consultarlos, siguiendo un protocolo especial, orientado a su resguardo. Cuenta con un salón de colecciones especiales, que albergan dos fondos, uno con obras que datan de los últimos años del siglo XVI, y otro de libros antiguos, de finales de aquel siglo hasta el XIX, los cuales constituyen verdaderas joyas bibliográficas.

El espacio de lectura cuenta con un facsímil del Código de Dresde, cuyo original se encuentra en Alemania. También hay una exposición permanente de libros de autores antigüeños. Allí vi títulos de César Brañas, Luis Cardoza y Aragón, entre otros. Asimismo, hay funciona un club de lectura.

Los servicios de esta biblioteca son prestados de lunes a viernes, de 9 a 17 horas, no obstante, también hay posibilidades de que los usuarios puedan acceder a materiales digitales en la página de internet del Cirma.


Cuarta Estación


Concluyó el recorrido en la biblioteca del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala (Cnpag). De entrada, fuimos atendidos por el Conservador de la Ciudad, Javier Quiñónez, en el segundo piso, en la puerta de acceso a la sala de audiovisuales, en el antiguo edificio de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, identificado popularmente como Capuchinas.

La incursión prosiguió con explicaciones de Saúl Argueta, encargado de Registro y Biblioteca. Parte de esa dependencia es el archivo fotográfico, que contiene imágenes desde 1974, según contó Rafael Carvajal, época en que se usaban cámaras análogas y las fotografías se imprimían en blanco y negro. En la actualidad se ha modernizado.

El público puede acceder a los archivos e imágenes, por medio de solicitudes ante la Unidad de Información Pública, salvo cuando haya una limitación por contener datos personales.

El horario de atención al público es de 7 a 15.30 horas, de lunes a viernes.

Después de casi tres horas, concluyó el recorrido con un cafecito y champurradas, gracias la hospitalidad y atenciones del personal designado en el Cnpag.

Mucho que conocer, mucho que aprender, de estas instituciones y en particular de sus bibliotecas. Sus libros son testigos del paso del tiempo, de la historia, de la ciencia, de la literatura, del quehacer de la humanidad. Me atrevo a expresar que este corrido cultural dejó “picados” a muchos, deseos de que esto se repita.

Mi reconocimiento y aprecio a quienes tuvieron la feliz idea, y la llevaron a cabo. Gracias al personal que nos atendió en cada institución.

Antigua Guatemala, 20 de mayo de 2025. Imágenes tomdas del Facebook de CFCE.