La experiencia de un recorrido por cuatro bibliotecas
Para
quien escribe este texto, la celebración del Día Internacional del Libro 2025
fue algo especial. Por un lado, la grata experiencia de ser parte de un grupo
de 20 personas, hombres y mujeres, de distintas edades, en un recorrido por
cuatro de las principales bibliotecas que funcionan en Antigua Guatemala,
ciudad patrimonio cultural del Organismo de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 1979).
Para
quienes deseen saber más de esta actividad, aquí les comparto el LINK. https://www.ciudadaniactiva.com/2025/05/datos-aportan-valor-para-renovar-luchas.html
El
recorrido se llevó a cabo el 21 de abril y abarcó las bibliotecas del Consejo
Nacional para la Protección de Antigua Guatemala (Cnpag), Centro de
Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), Banco de Guatemala y Centro
de Formación de la Cooperación Española (Cfce).
Yo conozco esas bibliotecas, unas más que otras. Las he visitado, buscando datos, información y referencias para mis investigaciones, tanto históricas como políticas. No obstante, me resultó inquietante participar en el recorrido. La invitación para participar requería que el interesado se inscribiera por medio de un formulario en línea, hasta completar 20 personas. De mis apuntes, comparto lo que recuerdo.
Primera
Estación
El
recorrido comenzó en la biblioteca del Centro de Formación de la Cooperación
española -Cfce-situada en el antiguo edificio de la Orden de la Compañía de
Jesús, más conocida como la Orden Jesuita. Esta biblioteca se fundó en 1999,
cuenta con tres fondos bibliográficos: el fondo Böckler con más de 14 mil
títulos, facilitados por Carlos Guzmán Böckler; el fondo Taracena, una donación
de Arturo Taracena Arriola, con casi ocho mil obras, especialmente sobre
historia nacional y de Centro América, el fondo General con más de 20 mil
ejemplares, en particular sobre temas de cooperación al desarrollo y ciencias
sociales.
Además, cuenta con una sección de referencia y salas para videoconferencia y para atender actividades con niños. También dispone de un proyecto llamado Bibliobus, que atiende a estudiantes de escuelas primarias de la ciudad.
Funciona
en horario de 9 a 17 horas, de lunes a
viernes. Los usuarios acreditados tienen acceso a obtener en calidad de
préstamo hasta dos libros durante 15 días, y en sus instalaciones también gozan
de acceso a servicios de internet. La estuvo a cargo de Cristina Vásquez, Promotora
Literaria de dicha institución, quien, además, acompañó al grupo en todo el recorrido.
La
segunda estación
Ésta
se llevó a cabo en la Biblioteca del Banco de Guatemala, la cual cuenta
a ahora con una sala dedicada a la colección de archivos municipales, los
cuales, provienen de la clausurada biblioteca municipal Francisco Antonio de
Fuentes y Guzmán, que, por muchos años funcionó a un costado de la Catedral
antigüeña, en la parte norte sobre la cuarta avenida.
Esta
biblioteca presta libros durante dos semanas, llenando requisitos, como fotocopia
del DPI y recibo de energía eléctrica, entre otros.
Además
del servicio de biblioteca, el espacio se utiliza los miércoles de 15 a 16 horas, para talleres de lectura. Una de
las dos anfitrionas, Alejandra Zea, destacó la importancia de acercar la
lectura a la niñez, de manera amena y pertinente, habiendo contado una
experiencia con aquel juego que casi todos jugamos de “patojos”, el juego de
escondidas. Previamente, generó motivación y expectativa entre los asistentes,
cuando nos entregó a cada uno un cacahuate, más conocido en Guatemala por el
nombre manía, para ilustrar ese entretenimiento infantil.
Tercera
estación
La
biblioteca del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma) fue
la tercera estación, donde el director de la misma nos contó que ésta fue
fundada en 1978 por el historiador Christopher H. Lutz y el arqueólogo William
R. Swezey. La institución se ha convertido en referente en los ámbitos
educativo, científico, académico y cultural.
Cuenta
con unos 100 mil títulos especializados en ciencias sociales. Dentro de su
extenso y valioso acervo tiene un fondo antiguo, con libros del siglo XVI, los
cuales no están accesibles de inmediato al público, pero si es posible
consultarlos, siguiendo un protocolo especial, orientado a su resguardo. Cuenta
con un salón de colecciones especiales, que albergan dos fondos, uno con obras
que datan de los últimos años del siglo XVI, y otro de libros antiguos, de
finales de aquel siglo hasta el XIX, los cuales constituyen verdaderas joyas bibliográficas.
El espacio de lectura cuenta con un facsímil del Código de Dresde, cuyo original se encuentra en Alemania. También hay una exposición permanente de libros de autores antigüeños. Allí vi títulos de César Brañas, Luis Cardoza y Aragón, entre otros. Asimismo, hay funciona un club de lectura.
Los
servicios de esta biblioteca son prestados de lunes a viernes, de 9 a 17 horas, no obstante, también hay
posibilidades de que los usuarios puedan acceder a materiales digitales en la
página de internet del Cirma.
Cuarta
Estación
Concluyó
el recorrido en la biblioteca del Consejo Nacional para la Protección de
Antigua Guatemala (Cnpag). De entrada, fuimos atendidos por el Conservador de
la Ciudad, Javier Quiñónez, en el segundo piso, en la puerta de acceso a la
sala de audiovisuales, en el antiguo edificio de Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza, identificado popularmente como Capuchinas.
La incursión prosiguió con explicaciones de Saúl Argueta, encargado de Registro y Biblioteca. Parte de esa dependencia es el archivo fotográfico, que contiene imágenes desde 1974, según contó Rafael Carvajal, época en que se usaban cámaras análogas y las fotografías se imprimían en blanco y negro. En la actualidad se ha modernizado.
El
público puede acceder a los archivos e imágenes, por medio de solicitudes ante
la Unidad de Información Pública, salvo cuando haya una limitación por contener
datos personales.
El
horario de atención al público es de 7 a 15.30
horas, de lunes a viernes.
Después
de casi tres horas, concluyó el recorrido con un cafecito y champurradas,
gracias la hospitalidad y atenciones del personal designado en el Cnpag.
Mucho
que conocer, mucho que aprender, de estas instituciones y en particular de sus
bibliotecas. Sus libros son testigos del paso del tiempo, de la historia, de la
ciencia, de la literatura, del quehacer de la humanidad. Me atrevo a expresar
que este corrido cultural dejó “picados” a muchos, deseos de que esto se
repita.
Mi reconocimiento y aprecio a quienes tuvieron la feliz idea, y la llevaron a cabo. Gracias al personal que nos atendió en cada institución.
Antigua Guatemala, 20 de mayo de 2025. Imágenes tomdas del Facebook de CFCE.