Ineptitud en DMPs afecta a población más necesitada

Codedes, recursos, ineptitud, baja ejecución

Ernesto Sitamul[1]

El sistema de consejos de desarrollo conlleva pensar en el desarrollo de las comunidades, especialmente las más alejadas de las ciudades, como aldeas y caseríos, cuyas organizaciones comunitarias están representadas en el nivel de Consejos Municipales de Desarrollo -Comudes-. La ley que rige este sistema está concebido con dos elementos sustanciales. Por un lado, la planificación participativa del desarrollo, y, por otro, la priorización de proyectos desde la base de la sociedad.

Desde 2002 el Congreso de la República aprobó el Decreto 11-2002, Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, pero sigue habiendo males en el sistema y en el poder local, los cuales, finalmente, paga población más necesitada. 


Desde la administración edil, que está bajo responsabilidad del alcalde, existe serias dificultades para armar los expedientes de proyectos, a pesar de las normas y directrices específicas, implementadas por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia -Segeplan-.

En las comunas suelen echarle la culpa de los atrasos a las dependencias del gobierno central, que deben emitir los avales correspondientes, según el tipo de proyecto. Por ejemplo, Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.

En resumen, los atrasos para completar dichos expedientes repercuten en baja ejecución de los presupuestos autorizados para inversión pública, lo que, a su vez, trastoca normas presupuestarias, con las famosas obras de “arrastre”, o con modificaciones legales en el Congreso, para autorizar el uso de recursos no gastados, en el siguiente ejercicio fiscal, como ocurrió el año pasado.

De acuerdo con una publicación de Prensa Libre (18-09-2023, pág. 8), a estas alturas del año, se registra baja ejecución, estimada en 35% de un presupuesto de 4 mil 230 millones de quetzales, y agrega que hay departamentos donde la ejecución no rebasa el 20%. Al 15 de septiembre pasado, los tres Codedes con la mayor ejecución son los de Petén, Baja Verapaz y El Progreso; mientras que los departamentos de Suchitepéquez, Totonicapán y Quetzaltenango, están en el frío sótano de baja ejecución.

A las justificaciones de las oficinas municipales de planificación, se suman las consecuencias de no saber el impacto real que tienen estas inversiones en las comunidades más necesitadas y remotas de los centros urbanos.

No existe un sistema confiable de indicadores, que permita medir el impacto social y económico de las inversiones públicas, vía el Sistema de Consejos de Desarrollo -Siscode-, como lo señala el especialista en asuntos municipales, Luis Felipe Linares López, consultor de Asíes[2], en la citada publicación periodística. Agrega que también existe mal uso de estos recursos.

En el año 2021, la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia -Scep-  impartió un diplomado de capacitación con el objetivo de identificar los cuellos de botella y facilitar la obtención de los flamante avales de proyectos, habiendo reunidos a los actores directamente involucrados, como los responsables de emitir dichos documentos, alcaldes y directores de planificación municipal. Pero, por lo que sigue ocurriendo, parece que de poco o nada sirvió dicha capacitación. Los atrasos persisten. Hay excesiva burocracia en la administración pública, cambios de autoridades ministeriales y de planificadores municipales, cada cuatro años, y también casos de ineptitud o falta de experiencia en personal clave.

El director ejecutivo del Codede de Izabal, Axel Aceituno, reconoce que el atraso en la conformación de expedientes proviene de las direcciones municipales de planificación.

¿Cómo se puede justificar que a casi tres meses para que finalice el año 2023, se tenga el nivel de ejecución indicado arriba?

De acuerdo con la publicación de Prensa Libre, en Izabal, hasta agosto pasado fueron firmados los convenios, entre el Coordinador del Codede y alcaldes municipales, para el inicio de obras, siendo casi seguro que dichos proyectos no concluirán en el presente ejercicio fiscal. De nuevo, podría haber una indeseable manipulación del presupuesto en el Congreso, para autorizar que los recursos asignados no gastados este año, se puedan ejecutar el entrante.

Estos problemas no deben continuar en el Siscode. Porque afectan a las comunidades y se prestan para manipular el presupuesto anual de inversión pública.

Algo deben hacer las instituciones participantes en la política de fortalecimiento municipal, entre ellas las asociaciones de alcaldes, como la Anam y la Agaai. Imagen tomada de Google.

En San Benito, Petén, a las 24 días de septiembre de 2023.


[1] Opinión personal. El autor ha trabajado de periodista. Es socio fundador de la Asociación Ixim (2004), la cual impulsa la educación cívica, para la participación ciudadana, y contribuir al desarrollo local.

[2] Asociación de Investigación y Estudios Sociales -Asíes-, Guatemala.