Politización de los espacios de participación ciudadana

“Yo no quiero problemas con el alcalde”

Estaba releyendo un artículo del sociólogo Luis Fernando Mack titulado “La falsa ilusión de la participación ciudadana” (www.plazapublica.com.gt, 27-06-17), donde menciona que existen diversos espacios de participación, como los que generan las políticas públicas, pero el esquema oficial de participación se concreta en el sistema de consejos de desarrollo, como los consejos comunitarios y municipales, que operan en el ámbito local.
Por: Ernesto Sitamul


Al constituir el Siscode el espacio oficial de la participación ciudadana, escribe, significa que las políticas públicas, incluyendo los programas de desarrollo local o regional que operan con fondos de cooperación, deben pasar finalmente por el filtro de los Cocodes y los Comudes, “lo cual genera no pocos problemas organizativos y logísticos, ya que no siempre estos espacios múltiples de participación se articulan de la mejor manera”. Mack considera que existe politización de esos espacios, lo que genera confrontación entre los actores, y, como consecuencia, advierte: “muchas acciones, pocos cambios”.
Un fenómeno generalizado es que, en la mayoría de esos espacios de participación, sean Cocodes u otros, aparecen los mismos vecinos, algunos llevan años presidiendo Cocodes, por una sencilla razón:.los vecinos no están interesados en los asuntos públicos de la comunidad. Eso sí, los que no se meten en las organizaciones comunitarias son buenos para descalificar, criticar y hasta calumniar. En una ocasión un vecino -de sorpresa- se mostró interesado en ingresar al Órgano de Coordinación del Cocode, pero cuando se enteró que se trataba de un servicio a la comunidad, desistió de su falso interés.
La falta de conciencia social de los vecinos sirve en “bandeja de plata” a no pocos alcaldes, quienes aprovechando la debilidad de la participación ciudadana, forman Cocodes a su medida, con empleados ediles, o amigos en aldeas, caseríos o cantones del municipio. Esta injerencia provoca que los Cocodes pierdan legitimidad, porque no se puede servir a dos amos. Ésta es una forma de cooptación de los Cocodes.
Para no participar en la organización comunitaria, los vecinos mencionan cualquier justificación: “no tengo tiempo”, “no, porque están los mismos directivos”, “no quiero problemas con el alcalde”. Cuando el vecino tiene conciencia social y un poco de voluntad, podrá colaborar en alguna medida, y cuando evade su deber ciudadano, porque “están los mismos” es, precisamente, porque los vecinos no juegan el rol ciudadano que les corresponde, dejando la atención de los problemas locales a unos pocos.
Nada más falso y alejado de la realidad, afirmar que uno no se involucra en el Cocode porque “no quiero problemas con el alcalde”. Los Cocodes son aliados de los alcaldes para buscar solución a problemas de interés general para la comunidad; ambos quieren el desarrollo, dentro del marco de las leyes establecidas. Por ejemplo, los Cocodes deben realizar auditoría social a los proyectos municipales en su respectiva comunidad, lo que significa que todo se haga como “Dios manda”.
Y cuando los Cocodes se politizan, por la injerencia del alcalde u otro funcionario municipal influyente, casi seguramente surgirán las confrontaciones en los espacios comunitarios que menciona el Dr. Luis Fernando Mack; concretamente en el Consejo Municipal de Desarrollo se formarán dos bandos, el que siguen los dictados preestablecidos y no escritos del jefe edil y el que el que es independiente a esos dictados, lo que no significa estar en contra del alcalde.
Mi conclusión es que mientras los vecinos no se conviertan en ciudadanos activos (ejercicio de derechos y deberes), los Cocodes no se fortalecerán, y seguirán los dictados del alcalde. “Los mismos” seguirán en los Cocodes, por la indiferencia y falta de conciencia social de los vecinos.
Aldea Santa Marta, Sumpango, 18 de octubre de 2017.