Primero la reforma electoral
¿Cuáles son las verdaderas razones para promover las reformas constitucionales? Cuáles son???
En varios sectores de la sociedad guatemalteca hay conciencia de que muchos de los cambios planteados en el proyecto del gobierno se pueden hacer por medio de reformas a leyes ordinarias. Eso está claro, entonces, cuál es la insistencia???
Lo primero que se debe reformar es la Ley Electoral y de Partidos Políticos. El TSE ya presentó su propuesta. La Comisión respectiva del Congreso ya socializó las reformas y recogió diversidad de opiniones con fundamento, por medio de cuatro talleres, donde hubo participación masiva de actores relevantes del país.
Es urgente evitar que los partidos políticos y el consecuentemente el gobierno caigan en las garras del dinero sucio, proveniente del narcotráfico y de otras actividades criminales. Ese dinero, inyectado en las campañas electorales multimillonarias, pone de rodillas a los partidos S. A. y al Estado de Guatemala. Eso es peligroso.
Primero la reforma electoral. Queremos partidos fuertes, institucionales, con presencia en la mayoría de municipios y departamentos. Queremos elecciones internas en los partidos, para seleccionar a los mejores cuadros, como candidatos a diversos cargos de elección popular.
Es urgente limitar la reelección de diputados y alcaldes municipales. Hay diputados con 25 años en el Congreso, pero con un desprestigio acumulado, gigantesco, que da verguenza. Hay alcaldes con16 o 20 años de estar en el puesto, a fuerza de juegos sucios y artimañas, que solo favorecen sus intereses particulares.
Urge, pues, que el Congreso apruebe la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
Las universidades como la USAC, la URL, ASIES, FLACSO, INCEP, organizaciones de reconocido prestigio como Acción CIUDADANA, han demandado que el Congreso tenga verguenza y decoro, que apruebe la Ley Electoral.
Las organizaciones de mujeres han tenido una participación constante, pidiendo cuotas en la dirigencia de los partidos, en las listas de candidatos a todos los cargos de elección popular. Quisiéramos saber de posturas claras y congruentes de las mujeres diputadas.
Si tanta es la necedad, la reforma constitucional se podría presentar en el año 2015.