Ciudadanía crítica y consciente rescató la democracia

Mini crónica 2023

Año nuevo, la primavera democrática

Ernesto Sitamul

Finaliza el año 23 del siglo XXI. Año de elecciones generales en Guatemala. Un año para no olvidar, por las acciones antidemocráticas del Ministerio Público. Y como contraparte, tampoco se puede olvidar por el despertar y compromiso ciudadano, para defender el resultado electoral y la democracia, bajo el liderazgo de los pueblos indígenas. Mención especial merecen los alcaldes de los 48 cantones de Totonicapán y las alcaldías indígenas y autoridades ancestrales de diversos territorios guatemalenses. Asimismo, las y los ciudadanos que garantizaron la transparencia y pureza de la voluntad popular, desde las más de 24 MIL juntas receptoras de votos.

Unas elecciones turbulentas

Antes de la convocatoria a elecciones generales, posiblemente nadie se imaginaba lo que estaba por venir. No obstante, la ciudadanía ya venía arrastrando una crisis creciente y peligrosa, por la cooptación de las instituciones y organismos del Estado, desde el gobierno del mal recordado Jimmy Morales.

La judicialización de las elecciones no se hizo esperar. El blanco fueron binomios presidenciales, especialmente de quienes parecían o resultaban incómodos al sistema corrupto e impune. Como consecuencia, cuatro binomios presidenciales que no pudieron participar. El caso más extremo fue el del partido Prosperidad Ciudadana, a quien además le anularon las candidaturas de diputados y 81 corporaciones municipales.

Finalmente, se llevaron a cabo las turbulentas elecciones. Todo parecía “normal” para las élites de la cooptación. En todas las encuestas aparecían sus alfiles, con más o menos posibilidades. Digamos que todo estaría bajo control, no importando el resultado de la primera vuelta electoral.

Sin embargo, vino la sorpresa. Nadie la vio venir. Ni las encuestadoras, ni los analistas. El binomio presidencial del partido Movimiento Semilla, formado por Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera, emergía -de sorpresa- para aspirar a la Presidencia de la República en la segunda vuelta electoral del 20 de agosto.

A partir de la victoria de Semilla para el balotage se hizo evidente el enorme descontento del régimen corrupto. El 12 de julio se iniciaba la ofensiva criminal del Ministerio Público, con el objetivo de impedir la participación del binomio Arévalo-Herrera.

La agudización de la crisis trascendió las fronteras del país, porque encendió las alarmas contra la democracia guatemalteca, desde el seno de la Organización de Estados Americanos -OEA-, así como de la Unión Europea y de varios países, entre ellos Estados Unidos de América.

En esta crisis es relevante el protagonismo de los pueblos indígenas, encabezado por los alcaldes de los 48 cantones de Totonicapán, así como las alcaldías indígenas y autoridades ancestrales de otros departamentos. También se hizo notoria la participación de organizaciones urbanas de barrios populares y de clases medias, en defensa del resultado de las elecciones y la democracia.

Al finalizar el año 2023, ese movimiento cívico y social habrá de cumplir tres duros y largos meses de protestas de calle, pasando por un paro nacional, hasta el plantón que permanece frente a la sede del MP, en el barrio capitalino, Gerona. Desde el desde el 2 de octubre, siguen reclamando la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras, el jefe de la Fiscal Especial Contra la Impunidad (Feci), Rafael Curruchiche, la fiscal regional de oriente, Cinthya Monterroso, y del juez 7º penal, Fredy Orellana.

Dos hechos, uno perverso y otro alentador para la democracia sucedieron hacia mediados de diciembre. Por un lado, el MP presenta los resultados de una investigación, concluyendo en declarar NULAS las elecciones. 

Y, por otro, los magistrados de la Corte de Constitucionalidad resolvieron el 13 de diciembre amparo DEFINITIVO, que garantiza la transición de mando, ordenando ninguna autoridad puede impedir la toma de posesión de todos los electos, en la forma establecida en la Constitución Política de la República, el 14 y 15 de enero de 2024.

Composición del Congreso

El partido Movimiento Semilla también se convirtió en la tercera fuerza parlamentaria, con 23 diputados y diputadas, siendo la primera la bancada del partido Vamos, con 43, y la segunda, la UNE, con 28 legisladores.

Como consecuencia de la judicialización de las elecciones, Semilla finaliza el año 2023 con suspensión provisional, decretada por un juez penal, que ha actuado contra las competencias constitucionales, propias del Tribunal Supremo Electoral.

En la próxima legislatura, de 160 diputados, entre distritales y Lista Nacional, habrá 96 nuevos diputados, mientras que 64 de los actuales consiguieron su reelección. Dentro de la sorpresa electoral de 2023, Sacatepéquez hizo una importante contribución, pues de las tres curules establecidas, tendrá dos, Diego Toledo Cruz y Mercedes Monzón Escobedo, mientras que el partido Cabal se hizo de la tercera casilla, con reelección alterna de Sergio Celis Navas.

El Poder municipal

En el plano del poder municipal, las elecciones generales del 25 de junio, dejaron hechos importantes. En el caso de Sacatepéquez, seis alcaldes ejercerán por primera vez, destacando la elección de Juan Manuel Asturias en Antigua Guatemala, las victorias de mujeres en la primera concejalía en San Lucas, Ciudad Vieja y San Antonio Aguas Calientes. También es positivo que cuatro alcaldes hayan ganado por comité cívico, destacando el caso de Somos Sumpango, que tendrá la alcaldía por segundo período consecutivo, acompañado con miembros de otro comité cívico, Nuevo Amanecer.

Por otro lado, se produjo la caída estrepitosa del comité cívico Movimiento Unido Pastorense -MUP-, vigente en la historia política de este distrito, desde 1993. En esta comuna existe un hecho inédito e ilegal, la usurpación de la alcaldía por el ex alcalde Miguel López Barahona, desde agosto de 2021, con la parsimonia o complacencia del MP.

Otro suceso acaecido en las elecciones ediles es la derrota del alcalde Marcus González, en Jocotenango, después de 12 años consecutivos en el poder.

Mención especial merece la participación política de las mujeres del departamento. Se incrementó el número de candidatas a cargos en los gobiernos municipales, de 196 en los comicios de 2019 a 261 en las del presente año. Pero, por diversos factores adversos como la falta de inclusión y de equidad, la mayoría fue postulada en cargos secundarios, con limitadas posibilidades de acceder al poder. Hubo 14 candidatas a alcaldesa.

Una buena noticia para el desarrollo de los municipios de Sacatepéquez nos deja el año 2023. De los 16 municipios, 13 tienen puntaje superior a 60 -en una escala de 0 a 100-, en el Índice de Competitividad Local (ICL), elaborado por la Fundación para el Desarrollo (Fundesa), el cual tiene por objetivo evaluar el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan la productividad en un municipio. Antigua Guatemala, San Lucas Sacatepéquez y Jocotenango, ocupan las primeras casillas de Sacatepéquez. Solo están fuera de este rango, los municipios de Santo Domingo Xenacoj, Santa María de Jesús y Alotenango.

La decadencia de la ciudad colonial

Antigua Guatemala es ciudad patrimonio cultural de la humanidad, desde octubre de 1979, por declaratoria del Organismo especializado de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.

Desde 2003 esa institución llevó a cabo informes técnicos sobre las principales amenazas que ya vislumbraban contra las características y detalles particulares por los cuales de esta ciudad se convirtió patrimonio mundial.

Durante el período municipal de cuatro años, que finaliza el próximo 15 de enero, se agudizó la problemática urbana, en cuanto alteraciones al paisaje arquitectónico, histórico y colonial, la creciente dificultad de la movilidad automotriz, así como la transformación decadente del entorno natural, por las presiones privadas para cambio de uso del suelo.

El alcalde saliente, Víctor Hugo del Pozo Coronado, antigüeño de nacimiento, no supo -o no quiso- escuchar a la ciudadanía, a pesar que tenía la experiencia de dos períodos en el poder, a principios de siglo, su ego y sus compromisos políticos pudieron más para imponer su voluntad en las decisiones del concejo municipal.

Las obras que algunos sectores podrían considerar valiosas o positivas, fueron anuladas por el cacicazgo del jefe edil que anuló por completo la gestión de los tres concejales de oposición, aunque dos de ellos, casi desde el principio dieron la impresión de haber sido cooptados por su majestad.

Nueva primavera democrática

El triunfo de un partido democrático, la ciudadanía activa defendiendo sus derechos y el rol histórico de los pueblos indígenas, acompañando este proceso de transición, son elementos fundamentales para augurar una nueva era, que puede ser llamada con toda propiedad, la nueva primavera democrática de Guatemala.

Con esta consideración, nos trasladamos en el tiempo, a 1944, cuando Juan José Arévalo Bermejo inició los 10 años de democracia, que, a juzgar por historiadores como Severo Martínez Peláez, el país ingresó a la modernidad, con grandes transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales, que trascienden hasta el presente.

Y ahora, asume esa responsabilidad un heredero de la revolución, Bernardo Arévalo de León.

Antigua Guatemala, 27 de diciembre de 2023. Imágenes tomadas de Google.