Ley Protectora de Antigua cumple más de medio siglo
Ernesto Sitamul
En medio de graves amenazas al patrimonio histórico, cultural y natural de Antigua Guatemala y el Valle de Panchoy, se están cumpliendo 53 años de la Ley Protectora, contenida en el Decreto 60-69, que fue aprobado por el Congreso de la República, el 28 de octubre de 1969 y sancionado por el presidente, Julio César Méndez Montenegro, el 21 de noviembre del mismo año.
Diez
años después, la UNESCO, el organismo especializado para la educación, la
ciencia y la cultura de la Organización de Naciones Unidas, la declaraba
patrimonio de la humanidad, con el cual también se reafirmaba el compromiso y
la responsabilidad del Estado de Guatemala para fortalecer la institucionalidad
del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala. En esa época era
prioritario que el Consejo Protector preparara un PLAN REGULADOR, para que la
corporación municipal lo aprobara. Ese proceso se llevó a cabo a medias, y por
eso ahora estamos ante un grave deterioro de los elementos esenciales, por los
cuales la UNESCO le concedió la categoría de ciudad patrimonial.
Sin embargo, la municipalidad antigüeña ha dejado de cumplir su responsabilidad directa en la conservación y desarrollo armónico de la ciudad.
En primer lugar, un manejo inapropiado del alcalde, en su desempeño como presidente del Consejo Protector y, en segundo, porque los concejales y síndicos, no han tenido la entereza de pedir cuentas al jefe edil, respecto de la articulación y armonización entre las dos instituciones.
Desde
2008 existe el Reglamento y el Plan de Ordenamiento Territorial, pero no se le
ha dado el debido cumplimiento, favoreciendo cambios en contra de un desarrollo
integral y sostenible del municipio. Es evidente que hacen falta planes con
objetivos de corto, mediano y largo plazo.
Un
estudio elaborado en el año 2005 por el doctor en historia, Arturo Taracena
Arriola[1] señaló
las causas de la transformación decadente que ya estaba experimentado la ciudad
patrimonio de la humanidad, situación que se ha ido agravando hasta la actualidad, debido a que las autoridades responsables no han asumido sus responsabilidades, no obstante las advertencias de la UNESCO, contenidas en informes especializados.
Entre
otras causas, Taracena Arriola citó:
-Degradación de los sistemas económicos locales y de la
agricultura
-Aumento DESPROPORCIONADO de los bienes raíces
-Desequilibrio entre la ciudad y el Valle de Panchoy.
-Crecimiento
incontrolado del turismo de masas.
Desde 2019, la comuna antigüeña tiene en sus manos un completo Plan de Ordenamiento Territorial, que supera en mucho el instrumento de 2008. No obstante, han pasado tres largos años, sin que ese plan sea aprobado por la actual corporación municipal.
Como
patrimonio de la humanidad, la conservación y desarrollo de esta ciudad es una
responsabilidad compartida entre instituciones del gobierno central, la
municipalidad, el Consejo Protector, organizaciones de sociedad civil y de los
vecinos.
En este contexto, es importante el trabajo que viene realizando el
Foro Permanente de Organizaciones de la Sociedad Civil, en torno de la
aprobación del flamante Plan de Ordenamiento Territorial, que entregado a la
municipalidad en 2019. Aprobarlo es urgente, para tratar de salvar este
patrimonio universal, que ahora ya se encuentra peligrosamente en sala de “cuidados
intensivos.
A propósito, este lunes 7 de noviembre, a las 16:00 horas,
en el antiguo convento de Capuchinas, se presentará el cortometraje de Ana
Carlos, titulado “La Antigua Guatemala, patrimonio en riesgo”, con el apoyo del
Colegio de Arquitectos de Guatemala. Luego se llevará a cabo una mesa redonda.
Antigua Guatemala, 4 de noviembre de 2022.
[1]
La Antigua Guatemala y el Valle de Panchoy: retos
y oportunidades para su preservación y desarrollo, publicado en MOMENTO, Asíes,
Año 20, No. 3, Guatemala, 2005.