Los politiqueros ya tenían en la mira al TSE


El error informático que alborotó el cotarro politiquero

Por fin. Fiscales y TSE acuerdan integrar 26 mesas de trabajo, para agilizar el cotejo de actas electorales. (elperiodico.com.gt, 29-06-2019, pág. 3)
Un error informático puso entredicho los datos de las elecciones generales que el Tribunal Supremo Electoral transmitía a la ciudadanía, la noche del 16 de junio. El cotarro politiquero estaba listo para atacar. El error informático provó inconsistencias entre los que publicaba el TSE y los asentados en las Actas de las honorables JUNTAS RECEPTORAS DE VOTOS, donde además están representados los partidos políticos en contienda, por medio de sus FISCALES DE MESA. La inconsiswtencias se presentan puntualmente en 3 mil 375 actas, de un total de 105 mil 495. Pero los alborotadores extendieron malévolamente el error a todo el sistema.
Tomada de google

Dada la crisis política e institucional que deviene de 2015, más la judicialización de las pasadas elecciones, la voz de fraude, proferida por la candidata del Partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) encendió los ánimos en otros actores, sobredimensionando las inconsistencias, del error cometido en el Departamento de Informática del TSE. El Presidente de la República, en lugar de actuar como representante de la unidad nacional y contribuir a la conducción sensata y técnica del asunto, más bien se ha encargado de echarle “leña al fuego” y formular acusaciones contra los magistrados del TSE.
Después de días de 12 días de discusiones entre fiscales de los partidos políticos y los magistrados electorales, por fin se inició el 26 de junio la revisión de las actas, aunque originalmente estaba previsto que comenzara el 24. Durante la primera jornada de 12 horas, solo se revisaron 184 actas, y siendo más de 100 mil las que deben examinarse, resulta que este proceso tardaría año y medio. Felizmente, el viernes 28 de junio, surgió la idea de conformar varias comisiones para acelerar ese trabajo.
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*Sin las pruebas de la burra. Quienes gritan fraude, lo hacen de manera irresponsable, porque no tienen las pruebas de “la burra en la mano”. No se explicita si el supuesto hecho irregular es sistemático. Tampoco se especifica si los datos se refieren a una o varias elecciones, pues hay que puntualizar el domingo 16 de junio se llevaron a cabo cinco elecciones: Presidente, diputados distritales, diputados nacionales, corporaciones municipales y diputados al Parlamento Centroamericano.
*Deciden revisar el total de actas. Según elPeriódico (28-06-2019, pág. 5), la decisión de revisar la totalidad de actas de las Juntas Receptoras de Votos fue del TSE y los fiscales partidistas. No obstante, el representante del partido Encuentro por Guatemala había solicitado que solo se revisaran las actas donde se detectaron algunas inconsistencias.
*¿Dónde estaban los fiscales partidistas? Algunos fiscales cuestionaron a las Juntas Receptoras de Votos, porque “pudieron alterar los resultados”. Cómo pudo haber ocurrido este supuesto ilícito si en cada Junta había representantes de los partidos políticos. A todos ellos la JRV  les entrega una certificación con los datos del conteo de votos para cada candidato, de las cinco elecciones realizadas. En caso de irregularidad, desde ese momento había que presentar el recurso legal que marca la ley, pero no ocurrió así. Acaso, estaban dormidos los fiscales, o, sencillamente ¿dejaron de cumplir sus deberes?
*Un pelo en la sopa. La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Mirador Electoral (alianza de varias organizaciones nacionales de sociedad civil), destacaron en sus informes que no hay razones o motivos para señalar elecciones fraudulentas. En el esfuerzo del TSE para desvanecer las inconsistencias, no podía faltar un pelo en la sopa: en la Asamblea General de la OEA, que se realiza en Colombia, la canciller guatemalteca, Sandra Jovel, se quejó, afirmando que “es preocupante la tardanza que tiene el TSE para presentar los resultados de las elecciones” (elPeriódico ya citado).
Contradictoria la actitud de Jovel, porque ha rechazado la supuesta injerencia extranjera de la CICIG y defiende una soberanía nacional mal entendida, y ahora se queja en la reunión de cancilleres del continente americano. Jovel es la misma que mandó una carta al Presidente del Tribunal Supremo Electoral, previniéndole de un Acuerdo de cooperación suscrito por el órgano electoral con la CICIG.
Sobre el cotarro politiquero, el expresidente de la República, Alejandro Maldonado Aguirre lo resumió de manera brillante: Hubo errores del TSE, pero NO hubo fraude.
*CONCLUSIONES. Es urgente llamar a la sensatez y la inteligencia de los actores sociales, políticos y económicos, para no caer en el juego sucio al que nos quieren llevar los que se han aprovechado del poder público, y que han visto disminuidos sus privilegios, a partir de las investigaciones penales del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.
Los actores político partidistas tienen un rol fundamental en la salida inmediata de esa crisis por algunas inconsistencias entre los datos de las actas de las Juntas Receptoras de Votos y la información que publicó el TSE. Está clarísimo que las protestas callejeras de inconformidad en pocos municipios son exclusivamente por los resultados de las elecciones municipales. Y en algunos de esos casos, el motivo es la reelección supuesta amañada de alcaldes.
Teniendo por delante la segunda elección presidencial es necesario crear un ambiente de certeza jurídica y confianza, por lo que compartimos y alentamos todo esfuerzo bien intencionado de los fiscales partidistas para dinamizar el proceso de revisión de los resultados. Lo deseable sería examinar únicamente las actas en las que se detectaron inconsistencias.
Por fin, los fiscales partidistas y el TSE acordaron integrar 26 mesas de trabajo para agilizar el cotejo de las actas electorales, de la forma siguiente: 23 para distritos electoral, total 23; además, una para el binomio presidencial, otra para lista nacional de diputados y una más para diputados al Parlamento Centroamericano, total: 26 mesas de trabajo.

Jocotenango, 30 de junio de 2019.