Efectos de la reforma electoral de 2016


El impacto de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos
Ernesto Sitamul

Los analistas políticos capitalinos mencionan que la campaña electoral de 2019 será atípica; lo mismo se dijo en la campaña anterior, cuando fue sonada la caída estrepitosa del Partido Patriota, a raíz del avance que tenían las investigaciones del Ministerio Público y la CICIG, en contra de la corrupción y la impunidad en Guatemala.

Lo que nunca había pasado, o lo que parecía anormal, según la tradición de ciertas prácticas políticas, es atípico. Nunca antes se había presentado, menos en la víspera de elecciones, la renuncia obligada de un presidente y una vicepresidenta. Lo mismo ocurriría poco tiempo después, cuando cayeron en el radar de las investigaciones penales, conocidos políticos y empresarios, algunos de éstos considerados intocables. “Es que esto nunca había pasado”, repetían.

Las elecciones de 2019 son consideradas atípicas, como también lo fueron los comicios de hace cuatro años. Pero el actual proceso de elecciones tiene algunas particularidades que lo hacen diferente de otros procesos, y por eso, algunos políticos que se quejan de las regulaciones, seguramente van a seguir cantando “es que nunca había pasado”.

El impacto de las reformas electorales de 2016, se pueden apreciar en los siguientes campos: i) Se redujo notoriamente la campaña anticipada, ii) nunca antes como ahora, el TSE ha inhabilitado a ciudadanos para ser candidatos, iii) se redujo el tiempo de campaña electoral a 90 días, iv) el Tribunal Supremo Electoral es el único que puede contratar espacios y tiempos en los medios de comunicación, v) la pauta será distribuida entre todos los partidos que participen en la contienda, vi) se redujo en casi 20 MILLONES de quetzales, el techo de campaña, vii) se crea la unidad especializada para el control y fiscalización de las finanzas partidistas, viii) ahora los secretarios nacional, departamental y municipal, junto a sus secretarios de finanzas, son responsables de la rendición de cuentas y sujetos de fiscalización, ix) todos los partidos participantes tendrán derecho a un porcentaje igual de la pauta en medios, x) las encuestas y estudios de opinión no podrán publicarse en los 15 días previos a las elecciones.

De cara a unos comicios generales, Phillipe Chicola comenta en elPeriódico (29-01-2018) que los candidatos con más nivel de conocimiento entre los electores llevan ventajas sobre quienes se presentan por primera vez, porque no tienen acceso a los medios y que la campaña electoral es corta. Sin embargo, ha sido notorio en la historia electoral que los millones de gastos en campaña son propiedad de pocos partidos, que se pueden contar con los dedos de mano. La mayoría de candidatos presidenciales no tiene recursos, razón que obviamente limita su acceso a pautar en los medios.
Lo que nunca había pasado es que la televisión abierta, el monopolio que se aprovecha de los recursos del Estado, ahora NO estará activo. No se le ha impedido participar, sencillamente decidió no inscribirse en el Tribunal Supremo Electoral, como lo manda la ley. Sin duda, el magnate mexicano, Ángel González, contaba con que la CC suspendiera la reforma legal de 2016. La esposa de González es prófuga de la justicia, por presuntos delitos cometidos para obtener usufructos de frecuencias y chanchullos contra los intereses del Estado, relacionados con la propaganda electoral.

En mi opinión, estas reformas tendrán mayor impacto en los candidatos presidenciales, favoreciendo a los más conocidos, por haber sido diputado o funcionario público de primer nivel. La reducción de los gastos de campaña afectará a todos los binomios, no tanto por la reducción en sí misma, sino porque ahora se fijan porcentajes de gastos a tres niveles: para candidatos presidencial, diputados y corporaciones municipales. Antes de 2016, los millonarios gastos se concentraban en el binomio de candidatos a la Presidencia., pero ahora ese comportamiento dio un giro de 180 grados. “Es que esto nunca había pasado”.
Cuesta del Chucho, Antigua Guatemala, 29 de enero de 2019.